Por Guillermo Ayllón Solís. Fernando Alonso (Renault) ganó la primera carrera nocturna de la Fórmula Uno tras imponerse en el GP de Singapur. Recordemos que venía un poco mal y a logrado remontar desde el puesto 15to en la línea de largada.
Lewis Hamilton (McLaren) quedó tercero y amplió a siete puntos su ventaja sobre el brasileño Felipe Massa (Ferrari) en la lucha por el campeonato de pilotos quedando sólo tres carreras más para el fin de la temporada. El alemán Nico Rosberg (Williams) quedó segundo.
En una espectacular carrera, Alonso fue el más beneficiado por un inesperado vuelco de Massa cuando sufrió un problema en su primer entrada a boxes. Fue el vigésimo triunfo del bicampeón mundial español en la F1, y el primero desde el GP de Italia el año pasado.
Massa ganó la “pole position” pero resignó sus opciones de triunfo cuando la manguera de la gasolina se quedó enganchada en su bólido y contaminó el aire. Felipe terminó en un lejos treceavo lugar y sin sumar unidades, a un punto del Hamilton.
Alonso partió muy retrasado debido a un percance que le impidió participar en la segunda prueba clasificatoria. Pero se sacó la lotería tras una de falla del brasileño Nelsinho Piquet, su compañero de equipo que estrelló su bólido contra un muro en la vuelta numero catorce.
El carro de seguridad tuvo que hacer su primera aparición, en un momento en el que Alonso ya había cumplido con su primera parada en boxes. Fue entonces que Alonso aprovechó que los principales protagonistas tenían que repostar.
Además, la presencia del coche de seguridad implicó que no se podían hacer adelantamientos. Todo eso le permitió al español subir puestos y convertirse en al ganador de la fecha.